LAS CABEZAS OLMECAS.

La cultura Olmeca habitó en el territorio del sureste del país, alrededor de los años 1,300 y 400 A.C. Es considerada como una de las primeras civilizaciones en Mesoamérica. Se les llama Olmecas, porque eran identificados como los habitantes de la región del hule, “Hulmeca”. Se ubicó a lo largo del Golfo de México en un territorio que se extiende desde el río "Papaloapan" en Veracruz, hasta la laguna de “Términos” en Tabasco. Desarrollaron la agricultura, la escritura jeroglífica, las primeras edificaciones de piedra y la astronomía. Se les considera la cultura madre de las culturas prehispánicas, de donde se tomaron los conocimientos para desarrollar las posteriores civilizaciones. Destacan sus tres principales centros ceremoniales, que se ubican en La Venta, (Tabasco) Tres zapotes y San Lorenzo (Veracruz).

Esta antigua cultura Olmeca, es estudiada desde hace muchos años, por sus grandes aportaciones al conocimiento, pero destaca sobre todo, el asombro que provocan las Colosales Cabezas Olmecas talladas en piedra. Se trata de 17 monolíticos que se han encontrado a lo largo del territorio de esta misteriosa cultura, que siguen siendo objeto de estudio. Actualmente no se cuenta con mucha información, por la antigüedad de esta civilización pérdida. Para poner un ejemplo, los Aztecas son más cercanos a nuestro tiempo, que a los tiempos del origen de la cultura Olmeca. Lo que hace difícil rastrear sus orígenes o conocer sus costumbres mediante la tradición oral.

Hasta ahora se sigue debatiendo cuál era la función de estás colosales cabezas, si representan antiguos gobernantes, guerreros o jugadores de pelota, sin embargo los estudios nos brindan la certeza de que cada una posee diferentes rasgos y características personalizadas. Los hallazgos en la antigüedad surgirían que se trataba de creaciones mayas, sin embargo después de estudiar con carbono 14, arrojaron que se trataba de una civilización más antigua, la madre de todas las civilizaciones prehispánicas.

Los rasgos en las Cabezas Olmecas, son gruesos, con narices anchas y labios gruesos, lo que al principio las relaciono con migraciones de culturas africanas, sin embargo, actualmente se sabe que son totalmente mesoamericanas y que fueron talladas en la región. Todas las cabezas tienen un casco tallado y algunas de ellas  se conservan en perfecto estado de conservación, porque fueron enterradas.

En la actualidad se consideran antiguas obras de arte, que no dejan de sorprender a quien las observa y aún más al que se dedica a estudiarlas, porque se encuentran con la barrera del tiempo para descubrir el misterio que encierran esos grandes ojos fijos. Se considera que todas las cabezas fueron talladas en una misma época, es decir, alrededor de 100 o 200 años, porque tienen una antigüedad similar, por lo que puede tratarse del rasgo distintivo de una dinastía gobernante, que posteriormente se dejó en el abandono. 

Las colosales Cabezas Olmecas, son un símbolo cultural de la región sureste de nuestro país, causando admiración tanto en nacionales como en extranjeros, ya que miden hasta 2.7 metros y pesan hasta 25 toneladas, siendo una de las principales atracciones turísticas de la zona, que alberga estás enigmáticas obras de arte en piedra. Son una parte de nuestra gran cultura mexicana, un tesoro difícil de comprender, ya que como se ha dicho, en la actualidad no se tiene ni siquiera la certeza de la lengua que hablaban los Olmecas. El gran misterio que encierran, sigue siendo objeto de estudio, sin embargo, las Colosales Olmecas, guardaran por siempre su secreto.