viernes, 28 de mayo de 2021

EL CALENTAMIENTO GLOBAL.

Se habla mucho del fenómeno conocido como calentamiento global, pero aún existen sectores de la población que lo niegan, alentados por los grupos que protegen sus intereses económicos y que se niegan a aceptar los efectos que provoca la explotación de combustibles fósiles.

El fenómeno tiene ya varios años siendo estudiado científicamente. Se ha logrado relacionar el derretimiento de los casquetes polares y el aumento en el nivel del mar, con el aumento drástico de temperatura en el planeta.

La principal causa de ese calentamiento, es la emisión de gases de efecto invernadero producto de la actividad humana moderna. Esto ha provocado los efectos del cambio climático y la generación de desastres naturales cada vez más violentos, como el fenómeno del niño, por los choques de temperaturas.

Los gases de efecto invernadero son los que retienen el calor en el planeta, permiten pasar la luz del sol, pero no hay forma de que se expulse el calor del planeta, porque funcionan como una barrera, igual que el plástico que cubre a un invernadero. Los gases de efecto invernadero son, vapor de agua, Dióxido de carbono (CO2), Metano (CH4), Óxido nitroso (N2O), y otros que también contribuyen al calentamiento.

A pesar de que todos estos gases se producen de forma natural, actualmente su emisión ha aumentado debido a la actividad humana, lo que genera fuertes cambios climáticos que no permiten que muchas especies de vida se alcancen a adecuar a estos cambios de temperatura.

Es necesario señalar, que los gases de efecto invernadero, son necesarios para mantener la temperatura en el planeta, sin ellos no se podría desarrollar la vida, sin embargo, se deben mantener en los equilibrios que permitan al planeta realizar los ciclos naturales, que consientan su reutilización. No obstante, se estima que desde la revolución industrial, se han emitido demasiados gases de efecto invernadero en el planeta, que están provocando el aumento de temperaturas que ya muestras diferentes efectos.

La ausencia de lluvias, la deforestación de las selvas, los cambios de temperaturas en las corrientes oceánicas, la sequedad del ambiente, le erosión en las tierras, el descongelamiento de los casquetes polares, la desecación de tierras fértiles, la propagación de enfermedades de temperatura cálidas, el aumento en el nivel del mar, la migración inconsistente de especies, la disminución de territorio para osos polares y pingüinos, las enfermedades en las ballenas que requieren aguas a baja temperatura, entre muchos otros efectos, se relacionan al aumento exponencial de la temperatura en la tierra.

Realmente los gobiernos no están haciendo mucho, porque no hay recursos suficientes para intentar atender este riesgoso problema, además que atenta contra la propia actividad humana y su movilidad. Sin embargo, debemos tomar conciencia de la importancia de este fenómeno y contribuir en medida de lo posible, a disminuir las emisiones.

El dióxido de carbono (CO2), es el principal gas de efecto invernadero que se relaciona con la actividad humana, nuestros vehículos emiten CO2 al ambiente, y también la quema de elementos que contengan carbono. Por lo que es necesario que cada uno de nosotros tome conciencia y contribuya a intentar reducir las emisiones de CO2.

Los esfuerzos mundiales están tomando fuerza, cada vez son más instituciones que colaboran para investigar este fenómeno, ya que actualmente los gases se encuentran en los niveles más altos registrados en la historia. La temperatura sigue subiendo y la actividad humana, es más demandante que nunca. La actividad industrial, la ganadería, la producción en amplias zonas de cultivo, para producir alimentos para la gran cantidad de seres humanos que habitamos el planeta, generan cada vez más gases de efecto invernadero.

Tomemos conciencia, contribuyamos con ideas nuevas y exijamos a nuestros gobiernos acciones para reducir emisiones que contribuyan con el calentamiento global. Pongamos manos a la obra. Es nuestro planeta y por el momento, no tenemos otro de remplazo.





sábado, 1 de mayo de 2021

LOS ESENIOS.

 

 


A lo largo de la historia han existido diferentes corrientes de pensamiento que desarrollan tradiciones arraigadas entre sus seguidores. Algunas de esas corrientes de pensamiento se mantienen todavía hasta nuestros tiempos, pero algunas simplemente han desaparecido, dejando muchas incógnitas, pero también  un gran legado de ideología y enseñanzas.

En los rollos del mar muerto se habla de una corriente del judaísmo que se denomina los esenios, que vivían una vida contemplativa y alejada de las banalidades del mundo, desarrollando conocimientos y doctrinas secretas. En algunas referencias se les adjudican facultades sanadoras mediante la espiritualidad, por lo que su nombre es una referencia a “Asaya”, que quiere decir  sanadores del alma.

Los esenios vivían apartados en las regiones más solitarias en las cuevas de los montes de Judea al borde occidental del Mar Muerto, estudiando la palabra de Dios y viviendo para reflexionar y realizar meditaciones trascendentales. No buscaban la riqueza, estaban alejados de las mujeres y se centraban en la búsqueda de una conciencia superior, esperando la venida del mesías.

Los esenios era una corriente de pensamiento del judaísmo, que se separó de ellos, porque estaban inconformes con la forma en la que se conducía el templo, desarrollaron la agricultura y el cultivo de la vid, sin embargo se tiene muy poca información de ellos, encontrando únicamente referencias vagas en diferentes textos que mencionan a los mismos. Se considera que florecieron entre el siglo II a.C y el siglo I d.C, y repentinamente desaparecieron.

Tomaron relevancia, por el descubrimiento de los rollos del mar muerto, que son una serie de pergaminos antiguos que estaban escritos en lenguas muertas y de los que se les atribuía la autoría.  Los rollos del mar muerto fueron descubiertos en 1947, en las cuevas de Qumrán, y tienen una antigüedad aproximada de 2,000 años, que sorprendentemente estaban bien conservados y que pueden ser considerados textos evangélicos.

Los esenios estudiaban las antiguas escrituras y las debatían, desarrollando una agudeza mental que les permitía encontrar una conciencia espiritual equilibrada. Era común que también estudiaran las propiedades medicinales de las plantas y el beneficio que tenían para el ser humano, desarrollando así sus cualidades de sanadores, por las que eran bien conocidos.

Su templo era purificado y se rendía un culto respetuoso. Entre ellos se trataban como hermanos, considerando que todos los seres humanos eran hijos de dios y por lo tanto iguales. Por lo que no existía entre ellos ningún tipo de servidumbre, ni diferencias, por lo que también acostumbraban hacer comidas comunales, para reforzar esa igualdad entre todos. Eran muy rectos en el cumplimiento de sus leyes y se regían invariablemente por la verdad.

Se distinguían, porque vestían con una túnica blanca, sandalias austeras, pero también eran muy pulcros en su persona. Creían que para alcanzar el favor de dios, deberían mantenerse apegados a sus leyes, por lo que no se permitía el robo, ni la mentira y sus enseñanzas no se podían revelar a personas que no eran miembros de la comunidad.

Como habíamos mencionado, los esenios desaparecieron de las antiguas cuevas y se difuminaron en el tiempo, se atribuye a la ocupación romana de las tierras palestinas, durante la rebelión de los judíos. Sin embargo, uno de los hechos más interesantes, es que se les relaciona con Jesús de Nazaret, ya que algunos estudiosos consideran, que fueron los que transmitieron a Jesús sus enseñanzas, en el tiempo en el que no sabemos nada de la vida de Jesús, hasta que alcanzó la edad de 33 años. Es importante, porque alejándonos de la investidura divina de la que dota el cristianismo a Jesús, es una realidad que sus enseñanzas, como ser humano, han trascendido en el tiempo, y no podemos negar que se encuentran profundas similitudes con la filosofía de los esenios, los monjes de las cuevas.

Entonces a pesar de que los esenios, no pueden identificarse en nuestros días, sí podemos intentar comprender sus ideas, que sin duda han trascendido durante dos milenios y que todavía no asimilamos por completo. Les puedo asegurar que si profundizan en este tema, no serán decepcionados.