sábado, 6 de agosto de 2016

BOMBA ATÓMICA.


Las detonaciones de las Bombas Atómicas arrojadas en 1945 en Japón, son acontecimientos históricos que sin duda no debieran volver a repetirse. Han pasado 71 años desde esos acontecimientos, pero las cicatrices que dejaron en la historia de la humanidad aún están abiertas, se trata de un capítulo oscuro que ocasionó destrucción sin precedentes, mostrando la cara más terrible del hombre.

En Agosto de 1945, se arrojaron dos bombas nucleares sobre ciudades de Japón, la primera sobre Hiroshima y la segunda sobre Nagasaki el 6 y 9 de agosto respectivamente. Ataques nucleares ordenados por Harry S. Truman presidente de los Estados Unidos de América, con la finalidad de terminar de una vez por todas con la Segunda Guerra Mundial que se había prolongado muchos años y había generado innumerables muertes, por lo que se hacía necesaria una rendición del Imperio Japonés en todos los términos contenidos en la “Declaración de Postdam”, mismo que había mencionado con anterioridad que no estaba dispuesto a la capitulación.  

Después de estos ataques y de observar los efectos devastadores que generaron las bombas atómicas, no se han vuelto a realizar ataques con armas nucleares, la bomba “Little Boy” arrojada sobre Hiroshima produjo un estimado de 166,000 decesos, algunos no fueron ocasionados por la explosión, sino por la exposición a la radiación nuclear. En lo referente a Nagasaki, la bomba que se arrojó se llamaba “Fat Man”, la cual ocasionó un estimado de 80,000 decesos, cabe señalar que los efectos no eran controlados, por lo que la mayoría de personas que perdieron la vida eran civiles.

Posterior a la rendición de Alemania en la Segunda Guerra Mundial el 8 de mayo de 1945, la guerra se sostuvo entre Japón contra Estados Unidos y los países aliados, el Imperio Japonés entro a la guerra después de los bombardeos contra Estados Unidos en Pearl Harbor. Los países aliados no tenían intención de continuar con el enfrentamiento bélico por más tiempo, por lo que se efectuaron contantes bombardeos en diversas ciudades del territorio japonés, sin embargo los japonés no habían mostrado intención de rendirse, gozaban de un gran valor, probado en reiteradas ocasiones y sus ideas de morir por honor antes de ser rendidos estaban sumamente arraigadas, lo anterior se comprueba en el caso de los pilotos “Kamikaze” que preferían chocar su aeronave en contra de objetivos bélicos antes de ser capturados.  

Por lo anterior, se tenían que tomar decisiones determinantes, por lo que después del trabajo y desarrollo en el proyecto Manhattan de las bombas nucleares, se tomó la decisión de arrojar los primeros prototipos. “Little Boy” fue una bomba nuclear en base a la reacción del Uranio, que crea una fisión nuclear al chocar dos piezas de Uranio-235 generando una explosión violenta. “Fat Man” fue una bomba que generaba una explosión nuclear en base al Plutonio-239 fisionable, que es rodeado por explosivos diseñados para comprimirlo lo que aumenta su densidad y posteriormente provocar la fisión nuclear descontrolada, lo que libera grandes cantidades de energía.            

La bomba arrojada sobre Hiroshima fue transportada en el bombardero B-29 “Enola Gay”, pilotado y comandado por el coronel Paul Tibbets, durante un vuelo de seis horas. Los efectos que produciría no estaban estimados, pues la bomba no fue probada con anterioridad, como si lo fue la que se arrojó sobre Nagasaki. Se estima que la temperatura se elevó a más de un millón de grados centígrados tras su detonación, la cual se produjo a 580 metros de altura sobre la ciudad, generando un hongo de fuego de 256 metros de diámetro, lo que ocasionó la muerte de 60 a 80 mil personas instantáneamente. Los tripulantes de la aeronave se sorprendieron al ver la potencia de la bomba, la cual generó incendios por toda la ciudad, fue una detonación sumamente potente, una luz cegadora cubrió el cielo, se trató de un destello terrible que había destruido a la ciudad de Hiroshima.

El imperio Japonés no realizó ningún comunicado oficial posterior al bombardeo en Hiroshima, se piensa que estaban buscando renegociar los términos de la rendición con la finalidad de que se respetara al emperador, sin embargo el gobierno de los Estados Unidos determinó que no había tiempo que esperar, y a pesar de que la siguiente bomba estaba programada para el 11 de agosto de 1945, se reprogramó el objetivo y la fecha, por lo que el 9 de agosto se lanza “Fat Man” desde el bombardero B-29 “Bockscar”, detonando a 500 metros de altura sobre la superficie de Nagasaki, se dice que el poder de destrucción es lo doble que “Little Boy”, sin embargo la segunda bomba siempre ha estado a la sombra de la primera, sus efectos a pesar de ser sumamente destructivos no se comparan con los ocasionados por la explosión en Hiroshima, debido a que la superficie de Nagasaki está rodeada de montañas que atenuaron los efectos de la detonación. Con un poder estimado de 22 kilotones de TNT, la Bomba Atómica de Plutonio arranco la vida a 75,000 personas  aproximadamente, destruyendo por completo la ciudad, además de ocasionar heridas no visibles en la historia de la humanidad.

Actualmente se están haciendo esfuerzos para evitar el uso de armas nucleares, que sin duda poseen un poder de destrucción incalculable, hoy en día podríamos pensar que no hay motivo alguno para detonar otra bomba de estas características, ya que como señalan los estudios posteriores algunas personas fueron totalmente calcinadas, otras se fundieron la piel con la ropa que llevaban puesta, las quemaduras expuestas eran en todo el cuerpo y las ciudades quedaron irreconocibles.

Se deben redoblar esfuerzos para buscar la paz, no hay lugar para los discursos de odio, las amenazas de guerra, la segregación y la superioridad de las naciones, hoy en día se debe trabajar por alcanzar un bien común, habitar la tierra en armonía y buscar el bienestar de todos los habitantes. No debe abrirse la puerta para que se dé la posibilidad de utilizar armas nucleares, por lo que debemos rechazar la violencia, la guerra o conflictos absurdos. Se considera que en la actualidad existen bombas nucleares de 600 a 3,000 veces más potentes que la lanzada sobre Hiroshima, por lo que un enfrentamiento bélico con este material destructivo podría significar el fin de la humanidad. Estados Unidos, Rusia y otras potencias nucleares, tienen un fuerte compromiso para promover la no utilización de armas nucleares, sin embargo aún hay países que siguen desarrollando estas peligrosas armas.