Para la edificación de los
grandes imperios, deben existir grandes hombres que aporten sus ideas para
lograr su desarrollo. El imperio Mexica fue maravilloso, se extendió de océano a
océano y de norte a sur, su dominio sobre el territorio era absoluto, lo que
les permitió fundar la magnífica ciudad de Tenochtitlan. Sabemos que su
crecimiento fue rápido, que su sistema político funcionaba correctamente, que
su economía era prospera y el sistema religioso sólido. Gran parte del gran
desarrollo de Tenochtitlan se debe a un hombre que se llamaba Tlacaélel (el de corazón
varonil).
Fue considerado un hombre sabio,
elocuente y justo, por lo que alcanzó el rango de Cihuacoatl (sumo sacerdote y consejero
del Tlatoani). En el imperio Mexica no se tomaba una decisión sin ser
consultada con Tlacaélel, que además era un excelente estratega y guerrero, ya que
logró vencer a los amenazantes Tepanecas de Azcapotzalco, con la creación de la
Triple Alianza, esa importante victoria lo impulsó a la grandeza que gozó durante
toda su vida y que grabó su nombre en la historia del más grande imperio del
Valle del Anáhuac.
“El conquistador del mundo” engrandeció
al imperio Mexica, sus múltiples victorias en los campos de batalla sumaban
grandes extensiones de territorio, sin embargo su sabiduría destacaba, ya que no era un tirano, su valioso consejo dirigía acertadamente
a los Tlatoanis sobre cuál sería el destino de los pueblos conquistados, logrando de esta forma
la pacificación y unión de los pueblos centrales del Valle de México.
Tlacaélel era noble, era hijo de
Huitzilihuitl y hermano de Moctezuma Ilhuicamina, lo que le permitió acceder
al Calmecac a recibir la mejor educación, aprendió los textos antiguos, los
himnos sagrados y los cantos, así como las artes de la guerra. Su sabiduría se
reflejaba en cada una de las decisiones que tomaba para beneficio del pueblo
Mexica. Impulsó grandes reformas en la ideología religiosa, dando como
resultado que pasaran de ser considerados como un pueblo pobre, mediocre y errante, a reescribir por completo los códices,
para ser considerados como los elegidos por los dioses, “el pueblo del sol” con
un destino glorioso para conquistar a los otros pueblos, siempre protegidos por
el dios Huitzilopochtli (dios de la guerra), el cual fue considerado como dios
supremo de los Mexicas por influencia del sumo sacerdote Tlacaélel. También fue
él, quien promovió la búsqueda de Aztlán, el origen misterioso de la
civilización Mexica, en donde trataban de justificar su origen divino y así se originó
la leyenda de la fundación de Tenochtitlan en el lugar destinado por Huitzilopochtli
en el que encontraran un águila devorando a una serpiente.
En el ámbito económico, no se
puede entender el rápido crecimiento del imperio, sin las importantes
aportaciones que realizó Tlacaélel, redefinió la forma en la que se trabajaba
la tierra, estableció el sistema de tributos de los pueblos conquistados, la
forma en la que se realizaba el comercio y el sistema jurídico. Las bases de la
organización económica que estableció Tlacaélel, le otorgaron al pueblo Mexica
su gran riqueza.
No fue Tlatoani por decisión
propia, rechazando la propuesta en varias ocasiones, sin embargo su poder e
influencia era absoluto. Fue un hombre que no uso el poder sino para beneficio y
el desarrollo de su pueblo, creando la conciencia místico-guerrera que los llevaría
a la grandeza que se mantuvo hasta la caída de la grandiosa Tenochtitlan por
los conquistadores españoles en 1521. Creó un consejo de cuatro notables, llamados
Tlacohcálcatl, Tlacatécatl, Eznahuácatl y Tlillancalqui, que tenían la función de
asistir al Tlatoani en el gobierno, equilibrando así el ejercicio del poder. En
el campo de batalla, Tlacaélel sufre su única derrota contra los Tarascos en Michoacán,
pueblo feroz que nunca pudo ser conquistado por los Mexicas.
No podemos olvidar que se
considera que la grandeza del imperio Mexica, comienza después de que se venció
a los Tepanecas de Azcapotzalco, que un joven Tlacaélel dirigió al ejército que
los venció para así lograr su autonomía y que las reformas políticas, económicas
y religiosas que implementó, impulsaron el gran crecimiento del imperio,
permitiendo que alcanzara una notable riqueza y esplendor. Tlacaélel el hombre de poder detrás del trono
Mexica, fue una figura de notables méritos, tuvo una vida de esfuerzos y
trabajo constante, es un gran ejemplo de que con voluntad se pueden realizar
grandes transformaciones a pesar de las innumerables circunstancias adversas.