Se cumplen 100 años del rescate
de sobrevivientes encontrados en la Isla de Clipperton, acontecido el 18 de
julio de 2017. Cuando el buque de guerra norteamericano U.S.S. Yorktown realizaba
labores de vigilancia en el Océano Pacifico buscando submarinos alemanes,
transcurría la primera guerra mundial y se había extendido el rumor de que los
alemanes habían establecido cuarteles de guerra para sus submarinos en el
pacifico. El capitán H. P. Perril del U.S.S. Yorktown decidió inspeccionar la
Isla de Clipperton, sin embargo no encontraron submarinos alemanes, fue grande
la sorpresa cuando descubrieron habitantes concretamente a 4 mujeres y 7 niños
en notorio estado de abandono y condiciones físicas deplorables.
La Isla de Clipperton se
encuentra a una distancia de 1,000 metros desde las costas mexicanas. Es un
atolón coralino de forma circular, en imágenes tomadas desde helicópteros
parece tener la forma de un “0”, que contiene una laguna de agua acida en el
centro. Tiene una extensión de 5 kilómetros de superficie, es habitada por
diversas especies de aves que anidan en la misma pero principalmente es
ocupada por el cangrejo rojo de tierra.
La isla tomó su nombre del Pirata
Ingles Jhon Clipperton, que en 1705 la visitó y la utilizó a modo de guarida
mientras atracaba galeones españoles que navegaban la ruta de manila. También
es conocida como la Isla de la Pasión, nombre que le dieron los marineros franceses
Martin de Chassiron y Michel Dubocage cuando la redescubrieron en 1711.
Esta pequeña isla casi olvidada
de la memoria del hombre, guarda una increíble historia, llena de drama y desacuerdos
internacionales. Cuatro países disputaron su soberanía, México, Francia, Reino
Unido y EE.UU. En diversas ocasiones buscaron explotarla de diferentes formas
por su posición estratégica en el pacifico, sin embargo la isla se resiste a ser
habitada por el hombre por tener un clima sumamente despiadado que es castigado
continuamente por tormentas y huracanes.
La isla actualmente pertenece a
las Antillas francesas, debido a la resolución de un arbitraje internacional
entre México y Francia que eran los dos países que jurídicamente tenían derecho
sobre la misma y podían reclamarla. El arbitraje lo realizó el rey de Italia
Víctor Manuel III quien finalmente declino a favor de Francia en 1931.
Durante las disputas por la
propiedad de la isla, el general Porfirio Díaz con la finalidad de reivindicarla a territorio mexicano, acordó
con la Pacific Island Company una
concesión para explotar el guano durante 20 años además envió una guarnición
militar para resguardarla y construir un faro con lámpara de aceite. Durante
los años de prosperidad de la Isla de Clipperton, habitaron en la misma, un
aproximado de 100 hombres.
En 1908 la Pacific Island Company dio por terminadas sus operaciones en la
isla porque el guano de baja calidad de Clipperton no se podía comercializar, además
los precios internacionales habían caído, lo que llevó a la compañía a la
quiebra en 1910. Este hecho cambio por completo la historia de la isla, dando inicio
a la tragedia que más adelante se desarrollaría.
La mayoría de mineros y
trabajadores de la isla la desocuparon, pero no así la guarnición militar
enviada por Porfirio Díaz, que con la firme convicción de salvaguardar la
soberanía de la isla no quisieron abandonarla. Los militares estaban bajo las
órdenes del capitán Ramón Nonato Arnaud Vignon, nombrado gobernador de la misma
por el general Porfirio Díaz.
El capitán Arnaud habitaba la
isla con su esposa Alicia Rovira y otras mujeres para el servicio, quienes recibían
provisiones continuamente trasportadas en barco desde Acapulco cada dos meses. No
obstante en 1910 estalló la revolución mexicana con el objeto de derrocar la
dictadura de Porfirio Díaz, con el movimiento revolucionario se cortaron las
comunicaciones con la isla y se dejaron de enviar las provisiones a los
habitantes que esperaron durante años un barco que nunca llegó.
La desesperación de los
habitantes de la Isla de la Pasión por la falta de provisiones los situó al
límite, muchos de ellos perdieron la razón. En 1914 cuatro hombre llegaron a
Acapulco provenientes de Clipperton, relataron su historia al gobierno de
Huerta haciéndole saber las necesidades de sus habitantes, además informaron de
la existencia de 12 náufragos norteamericanos que se encontraban en la isla
producto de una fuerte tormenta que hundió su barco. El gobierno huertista
decidió continuar enviando provisiones para mantener la posición en Clipperton,
mientras tanto los norteamericanos enviaron un barco para rescatar a los
náufragos de su nacionalidad. A mediados de 1914 el navío U.S.S. Cleveland rescató a algunos de los sobrevivientes, la
mayoría de hombres habían muerto por desnutrición y escorbuto, al notar las
precarias condiciones en las que se encontraban, los norteamericanos ofrecieron
a los militares mexicanos y sus familias llevarlos hasta Acapulco, no obstante
el capitán Arnaud se negó a abandonar su puesto junto con 14 hombres, 6 mujeres
y 6 niños. Las razones del capitán Arnaud pueden ser justificadas tomando en consideración
que anteriormente había sido castigado por desertar del ejército, por lo cual
estuvo preso. Gustavo Schultz de nacionalidad alemana, que fue quien plantó los
cocoteros que actualmente se encuentran en la isla, si fue rescatado por los
norteamericanos, sin embargo ya había perdido la razón.
El gobierno mexicano de
Victoriano Huerta libraba continuas batallas contra los revolucionarios, Villa,
Zapata y Carranza, por lo que el envío de provisiones no fue concretado,
dejando al capitán Arnaud y sus
compañeros en el abandono total durante muchos años, lo cual redujo
considerablemente el número de habitantes.
En mayo 1915, al vislumbrar un
barco cerca de la Isla, Arnaud y el resto de los hombres se aventuraron al mar en
una barca, para pedir ayuda, su valentía era motivada por la llama de la
esperanza. Cuatro hombres, entre ellos el capitán, murieron cuando no pudieron
lograrlo, el oleaje alrededor de la isla es violento y dificulta mucho la
navegación por esas aguas. La viuda de Arnaud tomó el mando, sin embargo, todavía
había un hombre sobreviviente en la isla, que era el guardia del faro, un
hombre tosco, antisocial, que se pensaba estaba loco, todos lo habían olvidado
porque vivía como ermitaño y había sido confinado al faro.
Victoriano Álvarez el farolero,
decidió tomar el poder después de apoderarse de todas las armas, arrojó a la
laguna la mayoría, menos una y después de eso se proclamó Rey de Clipperton, ordenando
a las mujeres obediencia absoluta de lo contrario las castigaba furiosamente,
las golpeaba en la cabeza, las jalaba de los cabellos arrastrándolas por el
suelo. Un personaje maligno, cruel y despiadado, que violó con sadismo en repetidas
ocasiones a las mujeres, además de asesinar a las que se negaban a sus locas y brutales
pretensiones. El reinado de terror de Victoriano Álvarez se prolongó hasta 1917,
dos años que parecieron una eternidad. Hasta el momento en que llamó a la viuda
del capitán Arnaud para que viviera con él, las mujeres enervadas de sus
constantes maltratos decidieron terminar con esa pesadilla.
Una mañana Victoriano llegó a la
casa de Alicia Rovira para decirle “usted se va a vivir conmigo”, iba armado
con el único rifle Mauser que no había arrojado a la laguna. Alicia Rovira, su
hijo Ramón y Tirsa Rendón cansados de la tiranía del farolero hicieron un plan
para matarlo. Cuando Alicia y Tirsa llegaron juntas al faro, Victoriano protestó
porque no quería a Tirsa, ordenándole que se marchara a hacer sus tareas. Tirsa
se dirigió al fondo de la casa cerca de un baúl en donde guardaba algunas cosas
y en donde había escondido un martillo. En un descuido de Victoriano que miraba
a Alicia entretenido, Tirsa tomó el martillo caminó a la espalda del mismo, cruzó
miradas con Alicia, que asintió con la cabeza y Tirsa tomando impulso en lo
alto asesto un fuerte martillazo en la nuca de Victoriano que fue a dar al
piso, después de algunos segundos logró ponerse en pie, atacó a Alicia la cual
logró evitar el golpe para después gritarle al pequeño Ramón que le quitara el
Mauser que estaba recargado en la pared de la choza. Tirsa descargó otro golpe
en la cabeza de Victoriano y otro más que le provocaron la muerte. Ramón corría
rápidamente mientras escuchaba a su madre gritar, “busca un bote de petróleo porque
a este lo vamos a quemar”, en ese mismo momento el pequeño Ramón miró a lo
lejos en el océano un gran barco.
La mañana del 18
de julio de 1917 integrantes de la tripulación del U.S.S. Yorktown desembarcaron
en la Isla de Clipperton, rescataron a las 4 mujeres y 7 niños sobrevivientes, transportándolos
hacia el puerto de Salina Cruz, Oaxaca por petición de Alicia que sabía que ahí
habitaba su padre Felix Rovira. Su historia de valentía, heroísmo y voluntad a
prueba de todo son motivadoras, a pesar de las difíciles circunstancias nunca
se dieron por vencidos, siguieron luchando por su vida. La Isla de Clipperton
actualmente presenta un estado de notorio abandono, no ha sido posible
explotarla en ningún sentido, la última ocupación importante se realizó durante
la segunda guerra mundial por los Estados Unidos, que la utilizaron como base
de operaciones y querían construir una base, pero no se concretó la idea. La indomable
Isla de la Pasión y la historia de sus sobrevivientes continua cautivando a
muchos, se cumplen 100 años y seguramente seguirá trascendiendo en el tiempo.
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