Críticas
e indignación mundial ocasionadas por la muerte de Cecil el León más
emblemático de Zimbabue, quien se encontraba en el Parque Nacional de Hwange,
en donde está prohibida la cacería, sin embargo un grupo de cazadores furtivos
logro burlar la seguridad del parque y realizar la barbarie. Cecil era un León
majestuoso, que tenía 13 años de edad, era el macho alfa de su manada, además
era parte de un estudio que tenía como finalidad conocer más del comportamiento
y longevidad de esta especie.
Los
cazadores utilizaron carnada amarrada a un vehículo para atraerlo fuera del
parque nacional y así poder matarlo, le dispararon con arco y flecha lo cual no
le genero la muerte pero si una herida que lo llevo a un suplicio de 40 horas,
posteriormente siguieron el rastro y al encontrarlo le dispararon con una
pistola para ultimarlo. Los cazadores le cortaron la cabeza y arrancaron la
piel a modo de trofeo.
En el
momento en que las autoridades detectaron la muerte de Cecil, era demasiado
tarde, habían transcurrido un par de semanas, solamente encontraron algunos
restos del emblemático León comidos por los buitres, decidieron dejar los
restos para las hienas. La búsqueda de los responsables no produjo efectos
inmediatos, pues el cazador que lo mató ya había huido con su trofeo a su país
de origen, Estados Unidos.
Walter
Palmer un dentista y cazador aficionado pago 55 mil dólares por cazar a un
León, reconoció que fue quien cazo a Cecil, los organizadores del Safari lo
llevaron a cazar en las inmediaciones del Parque Nacional Hwange, en un lugar
en donde está permitida la caza, por lo que la caería no fue ilegal.
En su
defensa el dentista acaudalado, argumentó que no sabía que se trataba de un
León famoso y que se tratara de una actividad ilegal, lo que genera aún más
indignación porque refleja el nivel cultural e intelectual de esta persona.
Pidió disculpas y dijo que fue engañado por la persona que organizó la
expedición a quien identificó con el nombre de Theo Bronkhorst, persona que fue
detenida pero liberada un par de días después al pagar una fianza.
Las cosas
no terminan ahí, el hermano del león Cecil, llamado Jericho que tomó su lugar
como macho alfa de la manada, también fue acribillado, presumiblemente de forma
ilegal. Jericho sería el macho que se encargaría de proteger a los cachorros de
la manada, por lo que con su muerte los cachorros son sumamente vulnerables y
corren peligro. La cacería esta descontrolada y sin duda los cazadores han
encontrado la manera de burlar a los guardias y restricciones.
La verdad
no hay recursos que alcancen para mantener vigilados a estos animales, toda vez
que los mismos necesitan grandes extensiones de territorio y se mueven
constantemente buscando presas. Lo que se hace necesario, es realizar campañas
de concientización en los seres humanos, informar que la cacería de estos
animales los tiene al borde de la extinción, que no son actividades recreativas
y que son reprobables por la sociedad. Actualmente existe el debate de la
legalidad o ilegalidad de la cacería, ya que en muchos países está permitida la
matanza para obtener estos trofeos, argumentando que los recursos que genera la
cacería son necesarios para financiar la protección y supervivencia de estas
especies, sin embargo no se trata de que sea legal o no, se trata de rechazar
como sociedad una práctica tan retrograda e incivilizada, no serían necesarios
estos recursos si no los matáramos y no necesitarían ser salvados si
aprendiéramos a respetarlos.
Pero
estos no son los únicos casos, en realidad se han cazado más de una docena de
leones con estos métodos, sin embargo en esta ocasión se expandió la noticia
por tratarse de Cecil el León más emblemático del parque, un ejemplar hermoso
que tenía melena negra, un rasgo poco común entre los leones. La población de
estos felinos se encuentra al borde de la extinción, las cifras más optimistas
señalan que existen 35,000 ejemplares, no obstante algunas organizaciones
apuntan que existen menos de 23,000, con muchos de los ejemplares enfermos, por
las malas condiciones en las que se encuentra su medio ambiente
La
cacería debería estar prohibida, y no solo de leones, sino de cualquier animal
salvaje, Elefantes, Rinocerontes, Leopardos, Gorilas, etc. No encuentro ninguna
justificación para estos trofeos, tomarse fotos con cadáveres de animales
exóticos no demuestra nada, debemos considerar que en los Safaris que pagan los
acaudalados, no tienen que esforzarse por hacer nada, no los rastrean, no hacen
la estrategia, no participan en montar los campamentos, no organizan la
expedición, no son tan hombres como quieren aparentar en sus fotos,
prácticamente los ponen frente a un animal indefenso para dispararle de forma
cobarde, son asesinos sin escrúpulos que únicamente se esfuerzan en disparar,
pero muestran sus trofeos en habitaciones llenas de cadáveres, que no impresionan
a nadie, la cacería no demuestra valentía, demuestra ignorancia. Debemos
rechazar enérgicamente esta actividad, generar conciencia que los trofeos que
estas personas presumen reflejan lo pobre y vacía que es su vida.
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