"Debió
haber existido un tiempo en el que los hombres eran semidioses, de otra manera
no hubiesen podido inventar el Ajedrez" Gustav Schenk
Sobre el
misterio del tablero de ajedrez se podrían escribir infinidad de libros,
tratando de explicar el motivo que genera esa atracción en las mentes, pero no
lograrían de ninguna manera describir con palabras la fascinación que ocasiona
en el jugador, al desarrollar una estrategia que orilla al rival a realizar una
serie de movimientos –que ya han sido anticipados– con la finalidad de escuchar
ese sutil y embriagador sonido que se pronuncia al final del juego “Jaque
Mate”.
Este
juego simplemente cautiva –durante toda la vida– a los que gustan de pasar unas
horas pensando el próximo movimiento y mirando las piezas que se deslizan sobre
el campo de batalla. Son muchos los personajes históricos que jugaban
continuamente, entre los que destacan Einstein, Napoleón Bonaparte, Adolfo
Hitler, Vladimir Nabokov, entre otros.
Para
lograr un juego mejor desarrollado, se debe estudiar constantemente y practicar
sobre el tablero, logrando depurar la técnica, hasta llegar a jugar con una
gran estrategia, no se debe dejar de lado que a pesar del estudio siempre está
latente el factor personal, dándole ese toque mágico de improvisación e
intuición, es decir algunas jugadas están en contra de cualquier sugerencia
lógica, sin embargo permiten obtener la victoria de una forma imprevista.
Ninguna partida de ajedrez es igual, a pesar de que se juegue con el mismo
rival un millar de veces, el desarrollo de juego presenta múltiples variantes.
El juego
de ajedrez se estudia principalmente en tres etapas, la apertura, el medio
juego y el final, es necesario conocer las principales aperturas para
evitar un mal desempeño al iniciar una partida, aunque para considerar que se
tiene un buen dominio del tablero, es crucial conocer todas las etapas, se
puede perder la ventaja de una gran apertura en el juego medio o bien algunas
de las más grandes partidas se han definido al final con los peones, por lo que
es sumamente importantes dominarlas todas.
Con la
finalidad de entender un poco mejor este juego y acercarnos al encanto de sus
movimientos estratégicos, nos remontamos a su origen, el cual tiene diferentes
hipótesis, sin embargo la mayoría coinciden en que su Origen Geográfico es
India, ya que está basado en un juego llamado “Chaturanga”, que se jugaba antes
del siglo VI, su nombre significa cuatro miembros, en relación a cada una de
las fuerzas que correspondía a la composición de los ejércitos Indios que son:
carros de combate, caballería, infantería y elefantes.
El
intercambio comercial que era constante entre India y el Oriente, además de
diversas campañas militares, permitieron que el juego se expandiera por
diversos países, entre los que se encuentra Irán, en donde se asentaba el
antiguo pueblo persa, desarrollándose como un juego de la realeza, los tableros
y las piezas eran labrados en piedras preciosas, despertando así más interés
por estas finas joyas, practicándose posteriormente en toda Asia.
La
introducción en la cultura árabe, comienza con la conquista de Irán por los
musulmanes, en los cuales encuentra grandes exponentes. Los árabes toman
especial interés en el juego por la reflexión profunda que era necesaria para
entenderlo, son los primeros que elaboran escritos sobre el ajedrez con
infinidad de volúmenes que hacen referencia al juego, de lo que se desprende
que era sumamente popular, las mentes de los árabes estaban apresadas por el
encanto de los problemas que presenta el ajedrez.
En uno de
estos libros árabes es donde se narra una leyenda sobre el origen del ajedrez,
señalando que fue inventado por Sissa ben Dahir un sabio que al ver a su
melancólico soberano abatido por el aburrimiento, le muestra el tablero de
ajedrez y le enseña la forma en la que se juega, el monarca al quedar
maravillado promete al sabio recompensarlo con lo que le pida, a lo que el
sabio modestamente le solicitó trigo, el soberano sorprendido le pregunto
¿Cuánto?, a lo que el sabio contestó, un grano de trigo por la primer casilla
del tablero, que será duplicado en la segunda y en la tercera será duplicado el
número anterior, así hasta completar todo el tablero, (que consta de 64
casillas), el soberano mandó cumplir la petición, no obstante se le indicó que
era imposible entregar tal cantidad de trigo, ya que el número de granos era
superior a lo que se pudiera recolectar de todos los graneros de la región…
Posteriormente
los árabes en los choques de culturas, distribuyeron entre los españoles e
italianos el conocimiento y la fascinación por este dogma, que al tratarse de
grandes comerciantes expandieron el producto y se popularizó en el resto de los
países europeos, originando de esta forma el arraigo en Europa, produciéndose así
el surgimiento de un gran número de jugadores en diversos países como Francia y
Alemania.
Rusia la
cuna de muchos de los legendarios campeones del ajedrez, se vio influenciada al
igual que otros países por el intercambio comercial, los rusos tenían una gran actividad
comercial con Bagdad, que posiblemente fue quien presentó esa mercancía. Hasta
nuestros días los rusos lo consideran deporte nacional y son de los mejores
exponentes en el mundo, por la innovación constante de su desarrollo de juego.
Durante todo
este tiempo el juego tuvo modificaciones sustanciales, estuvo afirmado
principalmente en las reglas árabes, sin embargo fue evolucionando hasta llegar
cómo lo conocemos, destacando los datos siguientes: la reina no siempre fue la
más poderosa en el tablero, el movimiento de los alfiles que anteriormente era
de una sola casilla se transforma en el de diagonales sin obstrucción, surge el
enroque y el peón tiene un objetivo, llegar al otro lado del tablero para
convertirse en otra pieza, lo que ocasiona la transformación en la forma como
se jugaba, tomando en cuenta que se necesita más concentración y estrategia
desde el primer movimiento.
A pesar
de lo expresado, no se puede concluir cómo fue que a una mente se le ocurrió
inventar tan maravilloso juego, mismo que ha trascendido durante siglos, que
tiene adeptos en todo el mundo que le comprenden y otros tantos que no le
comprenden. La genialidad de la mente maestra que lo concibió, se ve reflejada
en el misterio que guardan sus piezas, es un hecho que la inteligencia, el
razonamiento, la intuición y la improvisación son factores que se encuentran
presentes cuando tenemos de frente un tablero, con las alineaciones listas para
la batalla.
En la
época moderna, el ajedrez se juega con 16 piezas por bando, 8 peones, 2 torres,
2 caballos, 2 alfiles, 1 dama y 1 rey, en un tablero con 64 scaques, los
torneos se realizan con reglas y puntuación, las estrategias son variadas,
desde los que forman un bloqueo y prefieren la defensa, hasta los que presentan
un juego de constante ataque. El desarrollo de las partidas siempre está
evolucionando, cada gran maestro le imprime un toque de genialidad a su juego y
al tratar de imitarlo se crea un modo totalmente distinto. Existe mucho
material de estudio y gran número de personas que están esperando
sentarse frente a un tablero con la simple pretensión de realizar un duelo
contra otra mente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario