Una pieza que seguramente todos han escuchado, pero que no
deja de cimbrar nuestros sentidos cuando la prestamos atención; el
sentimiento del maestro Ludwig Van Beethoven
impreso en cada nota de “Für Elise” nos
permite una sensación de tranquilidad y paz, que nos traslada al tiempo en el
que éramos niños y la vida no era más que un juego y diversión.
Esta excelente composición se dio a
conocer un 27 de abril de 1810, con el nombre de “Bagatelle
en La menor” pero se popularizó con el nombre de “Für Elise”, debido a que
en el manuscrito original se encontró garabateada una dedicatoria poco legible,
dedicada a una Elisa que hasta ahora no se sabe quien es, lo que le ha dado un
toque de misticismo a la famosa pieza musical, existen teorías que intentan
identificar a éste misterioso personaje, algunos señalan que era el gran amor de
Beethoven o una niña a la que le compuso la canción después de saber que no podía
interpretar al gran compositor.
La verdadera razón por la que se escribió
esta melodía no se conoce, debido principalmente al hermetismo de Ludwig Van Beethoven,
que siempre llevo una vida con misterios; por ese tiempo estaba enamorado de Therese
Malfatti, por lo cual se especula que el verdadero nombre sería “Für Therese” y
por una mala lectura de la escritura de Beethoven se leyó “Für Elise”; entre
los amores conocidos de Beethoven no se desprende alguna mujer llamada Elise, pero
existe la teoría de que es una mujer con el nombre de Elisabeth Racel, a la
cual el maestro dirigió algunas ocasiones. El misterio de su amor seguirá oculto,
pero no hay duda que su grandeza seguirá impresionando a generaciones y seguirán
especulando sobre lo que la inspiro.
La obra se dio a conocer cuarenta años después
de la muerte del compositor alemán en 1867, compuesta como bagatelle (bagatela) que debe
ser una pieza de corta duración, únicamente
para piano, tiene que ser melodiosa y un tanto ligera, es una pieza sencilla con
una estructura con pocas variaciones, no obstante el genio alemán a pesar de
que la tonalidad se encuentra en La menor, introdujo notas discordantes con
variaciones musicales que los estudiosos consideran un misterio, no se podían llamar
errores, por que saben que lo hacia a propósito.
En fin creo que cualquier palabra que pretenda expresar lo que provoca esta extraordinaria melodía y
el misterio que la rodea, no podría definir el sentimiento y admiración que nos
contagia, simplemente vibran los corazones, las ideas que hayan llevado a
componerla pueden tener diferentes posturas, pero creo que cada uno de nosotros
podemos imaginar a nuestra Elisa, como aquel objetivo único de llegar a
alcanzar la paz, después de pasar por un periodo de tribulación, volvemos a la
habitual armonía con el mundo que nos rodea, elevando nuestros sentimientos más
sinceros y atesorados.