sábado, 15 de octubre de 2011

LA OUIJA DEL DIABLO (GT-200)



La comunidad científica ha rechazado el uso del GT-200 (Remote Substance Detection System) elaborado por la empresa inglesa Global Technical UK, por ser considerado un fraude, llamado en nuestro país la “Ouija del Diablo”, que consiste en un detector molecular, que permite localizar  armas, drogas, dinero y personas desaparecidas; básicamente ésta conformado por un mango, un pivote y una antena, la cual funciona mediante la resonancia molecular de las sustancias, usa la energía estática del cuerpo humano y no requiere batería, apuntando hacia la dirección en la que se encuentra la partícula que se busca.

Se ha demostrado que no es útil, además que por dentro está completamente vacio, no tiene ningún elemento electrónico, o parte de algún circuito o un conductor, únicamente una ranura para insertar la tarjeta que contiene la muestra de las partículas moleculares que se pretenden localizar. Parece suficiente para que por medio de la lógica supongamos que es difícil que se pueda localizar cualquier sustancia en un radio de 700 mts con la tecnología que tiene este detector molecular, no obstante en nuestro país se sigue utilizando, a pesar que desde hace una decada la comunidad internacional lo ha prohibido.   

Se advierte que el aparato señala la dirección según los deseos del operador, y han sido demostrados casos en los que los resultados han sido totalmente erróneos, sin dejar de lado que en un programa de  televisión en Thailandia, se mofaron abiertamente de que el aparato es totalmente ineficiente, y para no dejarlo ahí nada mas, el caso sonadísimo en dos mil ocho en el que se retuvieron cinco toneladas de queso detectadas por el GT-200, por contener cocaína, que no se pudo identificar por pruebas de laboratorio. Lo único que se genero fue un encabezado curioso “se quedaron sin quesadillas”.     

Gran Bretaña prohibió el uso del detector molecular GT-200,  multando a la empresa que lo fábrica,  por la comercialización de productos fraudulentos; el ejército ingles utilizó este dispositivo para la guerra contra Irak y muchos soldados murieron por que no detectaba los explosivos plantados en los campos minados. En Estados Unidos también se prohibió su uso,  por haber sido demostrada su inutilidad, en la búsqueda de migrantes indocumentados en los 90´s.

La SEDENA adquirió cerca de 940 detectores moleculares GT-200, al precio aproximado de 29,500  dólares cada uno, con el fin de reforzar la Estrategia de Seguridad Nacional, siendo empleados en las operaciones contra el narco, principalmente en los estados de Sonora, Sinaloa, Tabasco, Durango, Michoacán y Baja California, durante los retenes carreteros. La misma dependencia ha informado que los resultados han sido favorables, por lo que la Procuraduría General de la Republica también lo ha implementado.

 Los operativos carreteros se han basado en la lectura que le da el operador a los resultados que arroja el aparato, también se han hecho cateos a casa habitación, y se ha detenido a personas que portaban sustancias prohibidas. En algunas comunidades rurales el miedo a la “Ouija del Diablo”, se ha hecho latente, y los mitos comienzan a correr, como aquel que se encuentra en internet, en el que fue posible encontrar una pistola calibre .38 en el interior de una casa habitación por el uso de este artilugio.

El cinco de agosto de dos mil once se emitió la recomendación general número diecinueve por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, (CNDH), en la que se demanda,  se deje de utilizar el GT200, ya que no hay sustento científico que garantice los resultados, por o que no son fiables.

El Senado de la República llego a punto de acuerdo, en el que solicitará a la Secretaría de la Defensa Nacional un informe detallado de los resultados obtenidos por el GT-200, exigiendo que se hagan pruebas científicas exhaustivas, que permitan determinar sí las lecturas son fiables, supongo que en México no llegamos a esos niveles de tecnología y no se concluirá, también se pidió que sean sancionados los funcionarios públicos que aprobaron la adquisición de estos productos, por no allegarse de la información suficiente para decidir la compra.

El tema tiene mayor relevancia en estos días ya que la Juez Decimocuarto de Distrito en Veracruz, en fecha tres de octubre de dos mil once, dicto sentencia en la causa penal seguida a Ernesto Cayetano Aguilar, miembro de la comunidad “mixe” de Oaxaca, debido a que de la evidencia presentada, se determino que el GT-200 no puede ser considerado como prueba de cargo, desestimando al detector molecular cómo medio de prueba científica valida, ésto después de diez meses en los que Cayetano estuvo detenido, desde el veintinueve de enero de dos mil once, en los que sufrió maltratos, humillaciones y vejaciones, despues salió libre.

¿Cuantas personas estarán pasando por esta misma situación?, no es posible determinarlo, parece una pesadilla que se permita que las autoridades inculpen a un inocente, por el resultado del GT-200, que ha sido severamente cuestionado por la comunidad científica; pero la “Ouija del Diablo” sigue en operación, no queda más que hacernos a la idea, de que un día se determine que la antena nos ha señalado, por una estafa más al gobierno mexicano.   

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