No cabe duda que es un día gozoso, dejando atrás la ceremonia del grito de independencia, que por cierto no haré mayor comentario debido a que ya han hecho bastante aserrín del árbol caído, creo que ya seria desalmado criticarlos, ya se los acabaron lo medios, con su coloso, que por supuesto tiene rasgos mexicanos, agarren a cualquier compatriota pónganle patillas, su bigotazo, peluca y que se tome unos alcoholes para que se vea desgarbado y ahí tienen la inspiración para la obra, en serio mejor dejare de lado ese tema.
Retomemos el por que este día es jubiloso, sencillamente por que hoy se celebran 100 años de la creación de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, el 22 de septiembre de 1910 con motivos de la conmemoración del centenario de la independencia, el Secretario del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, Justo Sierra Méndez en el anfiteatro de la Escuela Nacional Preparatoria, pronuncio el discurro inaugural, que tenia como objetivo darle a la Nación esa visión progresista, de educación y ciencia, que la fortalecería.
Al tener como principios, la autonomía, la libertad de cátedra, el carácter laico de la enseñanza y la participación estudiantil, la Universidad se ha ido forjando como un eje de desarrollo nacional, generando interés por el conocimiento, innovando en las ciencias y destacando la cultura, sobresale que los premios Nobel otorgados a mexicanos, han sido a egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México, ademas de que ha recibido importantes reconocimientos entre los que destaca el “Premio Príncipe de Asturias” como impulsora de “poderosas” corrientes de pensamiento humanístico, liberal y democrático en América Latina.
Su escudo creado por el Rector José Vascóncelos, encuadra un mapa de Latinoamérica resguardado por un águila mexicana y un cóndor andino apoyados en la alusión de los volcanes y nopales aztecas, con la leyenda “Por Mi Raza Hablara el Espíritu” tiene un profundo significado pues se desprende la universalidad de la humanidad y cultura que la género, en palabras del propio Vasconcelos “significa en este lema la convicción de que la raza nuestra elaborará una cultura de tendencias nuevas, de esencia espiritual y libérrima” de tal manera concluye “imaginé así el escudo universitario que presenté al Consejo, toscamente y con una leyenda: “Por mi raza hablará el espíritu”, pretendiendo significar que despertábamos de una larga noche de opresión”.
La UNAM es una institución emblemática, no solo en nuestro país si no en Latinoamérica, pues es una de las universidades públicas que destaca entre las más prestigiosas del mundo. Sus instalaciones en Ciudad Universitaria en las que inicio actividades en 1954, erigidas sobre un territorio volcánico, constituyen desde 2007 Patrimonio Cultural de la Humanidad declarado por la UNESCO, por su estética arquitectónica artística, además de tener murales históricos de Diego Rivera y Siqueiros, la arquitectura diseñada se adapta al entorno, respetando las reservas ecológicas, dándole profundo significado a la cultura mexicana, siendo un exponente de la vanguardia del siglo XX.
Actualmente se encuentra posicionada en el lugar 222 del QS World University Rankings, perdiendo treinta lugares desde su ultima evaluación, por lo que Latinoamérica no destaca entre las primeras doscientas universidades, no obstante sigue siendo la mejor posicionada de esta región, así como de España y Portugal, pero destaquemos que la Universidad ha tenido malas épocas, recorte en los recursos y huelgas que le han afectado severamente, sin embargo sus cimientos son fuertes y seguramente recuperaremos posiciones en las evaluaciones.
Detractores tiene muchos, le han querido afectar en diversas ocasiones, en estos tiempos pareciera un estigma ser egresado de la UNAM, pero seamos muy honestos, son aquellos que la rabia les corroe, pues no tuvieron la fortuna de cursar en sus salones, de recorrer su pasillos y admirar sus paisajes, no escucharon la voz de esos grandes maestros mexicanos que solo dan clase en la UNAM. Festejemos y ensalcemos su esplendor y gloria, y que se grabe en nuestra piel el nombre de nuestra Alma Mater.
Un día de gran celebración, sobre todo para los que nos formamos en sus aulas, aquellos que aprendimos a quererla y a respetarla, generando un profundo amor por sus principios y su significado. Eso que representa para nuestro país debe ser producto de todas sus generaciones, no podemos claudicar, sigamos forjando ese gran prestigio, luchemos por ese despertar, busquemos no dañarla y procuremos con el máximo de nuestra fuerza, que sus letras se escriban con letras de oro en los anales de la historia.
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