"Todo
hombre es como la Luna: con una cara oscura que a nadie enseña" Mark
Twain.
Pocos
escenarios pueden ser más idóneos para tener una noche de reflexión, que las
noches con luna azul, este fenómeno no es común, por lo que genera gran
admiración cuando se produce. Los aficionados a mirar a la luna tienen la
oportunidad con este raro evento cósmico de ver dos lunas llenas durante un mismo mes, en esta ocasión el 13 de julio de 2015.
En
realidad, el color de la luna no es azul, tampoco es diferente al color de
cualquier otra luna llena, sin embargo se conoce como luna azul al fenómeno
que ocurre cuando en un mismo mes transcurren dos lunas llenas. Fenómeno que
ocurre cada tres años, por lo que la luna azul anterior ocurrió el 31 de agosto
de 2012 y la próxima se llevara a cabo en enero de 2018.
No
importa que el color no sea azul, seguramente será una luna llena fantástica,
que no nos debemos perder y que cada uno la vea del color que considere, porque
realmente ¿quién puede decir el color de la luna?, en relación a lo anterior
comparto el poema de Amado Nervo que dice:
EL COLOR
DE LA LUNA
"¡Quién
pudiera decirnos el color de la luna!
Los
pintores jamás tuvieron la fortuna
de
sorprenderlo. Nunca lo definió el poeta.
No tiene
nombre en el habla, ni tono en la paleta.
Hace
miles de años que los tristes la miran.
Hace
miles de años que los novios suspiran
de pena o
de placer a su luz oportuna,
¡y nadie
sabe aún el color de la luna!
De fijo
que no es oro, de fijo que no es plata
ni nácar
ni alabastro, esa claridad grata,
para la
dicha, cómplice; para el dolor, discreta;
Farol de
los ausentes y de la serenata,
sudario
misterioso de un ya muerto planeta.
Los que
hemos contemplado tras los reveladores
Vidrios
de un objetivo esos terminadores
que
fingen filigranas tenues, inmateriales
casi; los
que, asomados a los limpios cristales
del
ocular, miramos amanecer en esas
montañas
que destacan de las sombras espesas
cada
cúspide cual estrella diminuta,
mientras
yacen sus moles en tiniebla absoluta;
los que
vemos ¡oh luna!, esa luz cenicienta
que en tu
hemisferio oscuro tímida nos orienta
y que
proviene acaso de nuestro fulgor mismo,
del claro
de la tierra, que a través del abismo
va a
alumbrarte en las noches, apreciamos mejor
el raro y
delicioso matiz del tu fulgor.
Mas, a
pesar de todo, comprendemos también
que no
existen palabras que lo concreten bien;
y que hay
en ese beso divino que nos das
el
prestigio celeste de que nunca jamás
podremos
definirlo con expresión completa:
¡no tiene
nombre en el habla ni tono en la paleta!
¿Quien
lograra en futuras edades, la fortuna
de acertar a decirnos el color de
la luna?"
Amado Nervo